viernes, 27 de agosto de 2010

Las maestras luchando...también están enseñando! !Todas y todos contra la represión militar!

Las mujeres y feministas en resistencia de Honduras nos pronunciamos en firme apoyo a la lucha de los Colegios Magisteriales de Hon-duras quienes fueron brutalmente atacados con gases tóxicos, golpes y detenciones por las fuerzas policiales en la ciudad de Tegucigalpa el día de ayer 26 de agosto. En estas represio-nes sufrieron daños maestros y maestras, así como sus hijas/as menores de edad que las acompañaban. Se reportan maestros heridos de bala y maestras con complicaciones respiratorias debido a los gases tóxicos. Según infor-mes, el Hospital Escuela se negó a darles atención médica.

Actualmente, la lucha del gremio magisterial que está conformado aproximadamente en un 80% por mujeres se concentra en la defensa del IMPREMA (Instituto de Previsión Magiste-rial) para su no privatización, la exigencia de la devolución de millones de lempiras de este ins-tituto utilizados por el Gobierno de facto con fines no revelados y la no aprobación de la no-civa Ley General de Educación, que entre otras cosas desaparece los grados de Kinder y pre-kínder así como el ciclo básico de la educación pública. Esta Ley educativa ya pasó las dos primeras dos revisiones en el Congreso Nacional y se encuentra en espera de su aprobación final. Si esta Ley se aprueba se tendrá que pagar una mensualidad por cada estudiante que curse una carrera, dicho de otra manera el sector oligár-quico hondureño, da un paso agigantado en la privatización de la educación que afecta princi-palmente a la clase pobre de nuestro país. Por eso, la lucha de las maestras y maestros es también nuestra lucha.

!CONTRA LAS DICTADURAS, SEGUIMOS EN RESISTENCIA!

domingo, 22 de agosto de 2010

Desde Colombia: Encuentro Internacional de las mujeres y pueblos contra la militarización


Con las palabras y los cuerpos

21 de agosto en Barrancabermeja, ciudad petrolera y de luchas, que a fines de los años cuarenta vivió el poder popular hecho gobierno, violentamente desalojado por fuerzas militares. Sitio de luchas históricas, de resistencias armadas y pacíficas, de organización sindical y movilización social. Cuna y tumba de cientos de activistas y dirigentes de las más variadas expresiones políticas.

Durante todo el día, en largas jornadas de discusión, se hizo la palabra y se le dio caminos, como dicen por acá. Debates y propuestas, testimonios, denuncias, nombres y música, bailes y consignas. Se instaló el encuentro con la presencia de la comisión organizadora, representantes de organizaciones, personajes de la vida política nacional y local, la gran afluencia del movimiento colombiano de mujeres y pueblos contra la guerra; y las delegaciones internacionales.

Piedad Córdoba, senadora reconocida en Colombia y Latinoamerica denunció la militarización del deseo, del amor, de los territorios como política de estado; celebró la vida de las mujeres y sus organizaciones, especialmente a la Organización Femenina Popular, una de las organizadoras del evento, y agitó el ambiente con su voz y su cuerpo de mujer afro, enérgica y poderosa, para reiterar que sólo podemos vivir la vida de estos pueblos con dignidad y justicia, y que para eso se necesita hacer oposición desde la izquierda. Resistir y jamás desistir, enfatizó, y aseguró que como lo han vivido en este país no se puede combatir la guerra con más guerra, pues ésta sólo trae odio, violencia y más pobreza.

Antes y después de su intervención se analizó la militarización como un fenómeno que va más allá de uniformes y armas o sólo ejércitos, a partir de una experiencia de investigación a cargo de Laura Gil, politóloga, quién explicó el fenómeno de naturalización y normalización de la lógica militar en la vida de las comunidades. Acompañada del empobrecimiento y la custodia de los intereses transnacionales, los cuerpos militares se hacen populares a través de estrategias que desarrollan para ganarse la confianza de las y los civiles. Palanquero, base militar norteamericana en el centro de Colombia, es el centro de su interesante estudio donde destaca cómo la presencia militar norteamericana impactan especialmente en las mujeres a través de la tolerancia y aliento al trabajo sexual femenino en la zona y la introducción de sus valores militares como los deseados para las niñas y adolescentes mujeres, entre otros.

Posterior a ellas mujeres diversas con nombres que no recogimos, lastimosamente, representantes de sectores campesinos, indígenas, negros, urbanos, obreros y artistas se turnaron en la palabra para contar y reflexionar sobre los terribles impactos de la militarización en sus vidas y comunidades; en actividades productivas y tejidos sociales rotos por la violencia, el desplazamiento, la muerte y la desaparición. Compartieron sus maneras de resistir y de proponer las alternativas a los planes de muerte que no son los suyos.

Ellas, la gran mayoría del encuentro y una buena cantidad de hombres luchadores contra la guerra, vinieron de muchas regiones del país con delegaciones de todas las regiones que trayendo sus experiencias, sus platos y vasos, compartieron pensamientos y alimentos.

Al cerrar el evento del día llamado Día de las mujeres, la Marcha Mundial de las Mujeres se expresó a través de su representante Miriam Nobre para dar cuenta de la enorme cantidad de acciones y de oposiciones que las mujeres latinoamericanas y caribeñas enfrentan en sus países, y las iniciativas comunes que han llevado a cabo. Por la tarde de este día se hicieron los grupos de trabajo en los que se reflexionó sobre la base de preguntas generadoras de discusiones que desembocaron en una plenaria para compartir y socializar propuestas.

Por la noche, se realizó una marcha llamada La Marcha de la Luz, con velas y con piedras en las cuales se escribieron los nombres de personas asesinadas por el militarismo, éstas fueron depositadas en el Parque de la Vida, sitio de llegada de la caminata, y antiguo cementerio de la ciudad.

Durante el camino la delegación hondureña se hizo escuchar con las consignas nacionales: Gringos basura, fuera de Honduras, Ni golpes de estado, ni golpe a las mujeres, Contra el golpe militar, la resistencia popular.

Igualmente se corearon las consignas que resuenan en todas las luchas del continente, las de los pueblos indígenas, las feministas, y las de los movimientos populares.

Cayó la noche y la llovizna, un evento cultural lleno de alegría se desarrolló en el parque de la Vida y al filo de las diez de la noche los y las caminantes volvieron a sus sitios de descanso sintiendo que hace semanas estamos en Colombia y su gente que lucha ya es nuestra.

Para nuestros muertos, ni un minuto de silencio,

toda una vida de lucha y resistencia

Por qué, por qué, por qué nos asesinan, si somos la esperanza de América Latina.

(consignas de la movilización contra la guerra)


COPINH-COMPA

FEMINISTAS EN RESISTENCIA

INHESCO

COFADEH

Organizaciones miembras del Frente Nacional de Resistencia Popular FNRP.

Un poco más al norte, encontrando un SUR…

Karla Lara
Entre el 4 y el 12 de Agosto, apenas la semana pasada, tuve de nuevo la oportunidad de viajar al norte, está vez al suroeste de Canadá, Vancouver, B.C., y Olympia, Washington en el noroeste de Estados Unidos. En este lapso, tuvimos dos Conciertos, una Conferencia de Prensa, varias entrevistas radiales, reuniones con grupos de mujeres de la solidaridad, presentamos la película documental de Katia Lara, “Quién dijo Miedo”, todas las actividades para la difusión de lo que sucede en Honduras y los avances del Frente Nacional de Resistencia Popular, FNRP, participando desde mi pertenencia a Artistas y Feministas en Resistencia.

Las actividades en ambas ciudades fueron organizadas por el Comité de Solidaridad con el Pueblo de Honduras en Vancouver, B.C., y contaron con el apoyo solidario de Latino Soy, un legendario programa de radio que dirige el chileno Eduardo Olivares, y muchas otras organizaciones políticas y de solidaridad del resto de países centroamericanos, sobre todo salvadoreñas, por un vínculo anterior y pertenencia en los 80´s al grupo musical de éste país, Cutumay Camones, que hacía solidaridad y difusión sobre la lucha de liberación de la Patria Chiquita Mía.

Vancouver es una ciudad grandota, con todas las características de esas metrópolis marcadas por la diversidad de las miles de gentes de otros pueblos que las habitan, en el caso de Vancouver, me atrevo a decir que vi más ojos rasgados y escuché chino que ojos azules e inglés. Los chinos, como en otras partes del mundo, son los dueños del comercio, de buena parte de los servicios, así que traje un par de suvenires rojo y blanco de la bandera canadiense, con un rotulito pequeño que dice “Made in China”.

En Vancouver, para contarles lo que más rescato, fue una reunión de mujeres de los diferentes comités de solidaridad con América Latina, es decir mujeres chilenas, ticas, guatemaltecas, salvadoreñas, mexicanas, haitianas, canadienses, de otras partes del mundo y hondureñas, con la idea de formar un grupo de Feministas en Resistencia en Canadá por América Latina. Eso solo confirma la necesidad de agremiarnos alrededor de nuestras propias agendas como mujeres deseosas de aprender sobre feminismo, compatibilizándolas con las otras que son de interés general. No es en vano que las Feministas en Resistencia en Honduras digamos a coro, junto a muchas mujeres y hombres del mundo, “NI GOLPES DE ESTADOS, NI GOLPES A LAS MUJERES”.

La característica fundamental de la historia de estos movimientos de solidaridad es que han venido trabajando, recaudando fondos, socializando la información sobre los procesos de los países con quienes se hermanan en su lucha, a través de actividades sociales en las que se comparte la información política y cultural, a través no solo del arte, sino de sus comidas. La nostalgia convoca siempre, y entonces para la gente en lejanía, son “las pupusas”, “los chacareros”, “las baleadas”, “los tamalitos”, “las empanadas”, “la sopa de mondongo”, alrededor de lo cual se discute y se recauda.

De más está decir que quienes movemos esta actividad somos las mujeres, somos nosotras las que compramos los materiales, los cocinamos, los repartimos, los vendemos, nosotras “atrás” procurándolo todo, “invisibilizadas” siempre. No faltan los compañeros varones que hacen comentarios sobre su añejado discurso, y entonces conclusiones sobre ser políticamente correctos e ideológicamente puros, dejan sin escena de nuevo a las mujeres. Nosotras procuramos el ingreso pero no tenemos acceso al curul, mucho menos a la foto de quienes persiguen construir sus imágenes y engrandecer sus perfiles políticos a través de estas actividades, que increíblemente soportan financieramente, en buena parte, los procesos internos de los países con quienes se hermanan.

Solo buscamos la equidad que nos corresponde; yo escuché a esas mujeres hablar, preguntar, saber, conocer, cuestionar, resolver y me parecen política e ideológicamente hermosas y correctas, tanto como muchos de los compañeros varones que vi o volví a ver, después de muchos años, como Jesús de El Salvador, como conocer a Elsa del FMLN, William de CODESES, Rosa Calvo, eterna luchadora, o Karen de Haití, paciente y amorosa mujer que nos recordó que las mujeres, de todo el mundo, negras y blancas, las pobres del norte como las pobres del sur, todas estamos cruzadas por la discriminación por el simple hecho de ser mujeres y por la violencia que se nos ejerce, por ser mujeres.

Vancouver es una ciudad grandota, con un “sky tren” en el que se ve desde arriba avenidas modernas, edificios coloricos y grandes, en la estación en la que me bajé de ese tren aéreo miré hacia los lados y les juro que parecía una imagen de “Los Supersónicos”, recuerdan esa serie?, las que tenemos más de quince nos acordamos de esa familia del futuro, contrastaban mis ojos esa vista que pequeña me pareció correspondería solo a una imagen televisiva con una calle que había visto en la misma ciudad una hora antes. Una en la que las drogadictas y drogadictos deambulan, donde el sistema en su afán de palear sus males, ofrece jeringas sin uso previo para evitar contagios de enfermedades terminales, y donde las señoras y señores que buscan consuelo conforman sus almas y compran visa al cielo, regalando colchas y bebidas calientes a la población en desamparo que en tan grande urbe, irrumpe, crece y deja ver claramente la decadencia de un sistema vacío e inequitativo.

En Vancouver, como en Tegucigalpa, quienes mal gobiernan persiguen a quienes pensamos diferente, se revisa el equipaje y se interroga a sus visitantes como si fuésemos delincuentes, a quienes portamos en nuestras maletas “material subversivo”, es decir camisetas y mantas con las insignias del FNRP y se nos pregunta si ¿es legal este movimiento en nuestro país?, yo solo pude responder que ilegales son quienes llegaron con elecciones espurias y quienes como el Gobierno de Canadá que ya reconoció a éste régimen usurpador y continuista del golpe, hablan de una “reconciliación” que no existirá mientras nos sigan asesinando por pensar diferente. Debe ser por eso que, sin avisarme, me fueron confiscados en las Oficinas de Inmigración del Aeropuerto de Vancouver luego de un interrogatorio de más de una hora, 12 ejemplares del libro “Tierras del Nunca Más” que publicó recientemente Artistas en Resistencia.

En el norte como el sur, la gente cansada de que los extremos sean tan insultantemente grandes, la gente cansada de votar para que los políticos de oficio lleguen y no cumplan ninguna de sus promesas, la gente común y corriente, como ustedes que leen y yo que escribo, la gente que ha sobrevivido en resistencia al abandono del sistema, busca y construye un SUR.