viernes, 4 de julio de 2014

Un dos y un ocho, no es un 28



La memoria es un paraje tal vez, un olor que remite afecto, rechazo, dolor. Pueden ser rostros que sonríen o nos agreden, nos ignoran. La memoria es un lugar sin lugar que sobrevive en cada una de nosotras, como puede. Es personal y es tremendamente colectiva. Está en los colores de las cosas, en palabras que partieron los días en pedacitos, en besos que nos siguen llenando de dulzura de sólo evocarlos. Es pasar por la esquina de una calle y tener ganas inmediatas de vomitar o huir. Es sangre sobre el asfalto y los montes.

Si decimos junio y le agregamos 28, un tropel de imágenes, olores, sentimientos, nos invaden a miles de personas que compartimos este país. Se atropellan las palabras que tratan de recuperar nombres y rostros que año con año se van borrando: los asesinados, sus verdugos. Amontonamos anécdotas llenas de fuerza porque sentíamos que se iba a poder transformar de raíz el acumulado de injusticia histórica que hace que ni los niños más pequeños quieran vivir aquí. Lo sabemos porque estuvimos ahí y lo vivimos, lo tenemos en la piel, en la colectiva palabra de la memoria dispersa como los días.

Los y las golpistas envejecen esbeltos sobre nuestras muertas. Los vemos lozanos e insoportablemente ricos con lo que ganaron en los últimos cinco años: negocios, impuestos, comercios, tráficos, robos públicos; sonriendo porque saben cuánta fortuna van a seguir teniendo gracias a sus esclavas y esclavos, a quienes les palmea el hombro su mediocre cantante guatemalteco favorito. Se habla de ellos como personas respetables, siguen siendo funcionarios, representantes del país, se les hace homenaje en los mercados, se les ve en los medios con sus últimas cirugías y sus ropas impecables.

De este lado nuestro quedó la derrota, completa como uno de esos balones de futbol tan famosos en estos días, pero viejo, desinflado, roto, hecho mierda, hasta da pesar patearle. De este lado miramos el éxodo de infantes sin flautistas ni Hamelines, acompañamos a parientes a un Seguro Social que no tiene nada que ofrecer, cocemos frijoles africanos, sabemos que el dengue es peor que el año pasado y que aumentó el suicidio y la enfermedad mental. Presenciamos a diario el hambre y sus parientes, y nos acusamos unas a otros por pura rabia. Volvimos a comprar en las tiendas de los patrones, a comer su basura, a tragar sus venenos televisados e impresos, a celebrar sus mafias futbolistas y sus cultos religiosos, a pedirles de nuevo justicia en sus pulidas instituciones que más parecen escenarios donde nosotras somos las que montamos los espectáculos y ni cobramos.

Claudicamos como gentillal de gente, nos cansamos, nos desencantamos con el desencanto anunciado. Luchan algunas y algunos, cierto, con esperanza auténtica, y lo hacen con sus vidas, no hay de otra, no es porque así lo elijan, pero en comparación con los mejores días, son pocas personas; la mayoría nos volvimos al rincón de lo posible, de lo poquitero, de lo peor es nada, del trabajito pinche, la consultoría basura, de la rabia por el voto robado, del mal amor mejor que nada, de la jubilacioncita, la chupa para olvidar, la beca tal vez, del miedo a granel y repartido por las noches como una píldora contra la locura.Qué lástima me da, qué lástima me doy escribiendo sobre la derrota de este tiempo, sobre la mía.

Cuando los limitados líderes de los recientes pasados tiempos nos insistían en mantener impecable nuestro prestigio de pueblo pacífico y hasta gritar ciertas cosas no era correcto; cuando hacían discursos sobre las bondades de sus propuestas de orden y paz democrática con todo lo que íbamos a ganar una vez que ese poder fuera nuestro y los nuestros nos representaran, cuando nos avisaban que si hacíamos siquiera un amago de ira contra los que nos mandaban a matar todos los días, nos asesinarían en la calle, nos avisaron además que no podríamos defendernos. Entregamos nuestros poderes por el miedo y la falta de confianza en nosotras mismas, aflojamos nuestra capacidad de pensar sin ellos, de actuar sin sus mandatos, soltamos nuestra osadía para procesos autónomos que ya estaban sucediendo, renunciamos pacíficamente a decidir con claridad, a errar inclusive.

Deben ser tantos años de escuelas y de curas, de pastores y madres mandonas, de jefes y salarios, de malos libros, de procesos electorales, de mal sexo, de maridos o amores chantajistas. Todas las prácticas sistemáticas que nos atrofiaron la capacidad de intentar, de ensayar otros modos por miedo a equivocarnos y a ser de otra manera, nos quitaron la capacidad de ver con claridad que por repetida una fórmula no es ni eficaz ni la más atinada, nos dejaron esta desgraciada costumbre de repetirnos.Lo han logrado, perfectamente.

Es cierto lo que dijeron los líderes, nos hubieran matado a un montón, ahí en la calle. Pero estoy segura que nos hubiéramos defendido porque la creatividad, la energía y la fuerza estaban con nosotras. Así como se abrían las puertas desconocidas, nos daban agua manos solidarias, nos repartíamos las burras que eran pocas, el pisto para el bus que era menos, nos acompañábamos a nuestras casas; así como caminamos por días, como nos juntábamos sin horarios de oficina, como se organizaban las madres para cuidar a las hijas e hijos de todas, la juventud para moverse pensando en colectivo, las artistas y sus propuestas sin financiamiento, hubiéramos podido de un modo que ni siquiera imaginamos. Lo hubiéramos hecho porque era la vida y no la muerte la que estaba de nuestro lado ético. No salíamos a matar ni a dejarnos matar, nunca lo hicimos, se nos paraban los pelos de emoción entre tanta gente a fuerza de sentirnos vivas y construyendo digna vida para esta tierra hermosa y dolida.

Lo que no avisaron los grises líderes, y lo que no vimos como gentillal de gente es que entre la vida y la muerte hay otra cosa, este modo de andar que es como se anda aquí cada día: una manera que estamos perfeccionando porque está Hecho en casa y sí que está bien hecho, y esto se llama desvivir. Y en verdad es indigno, vergonzoso y espantosamente triste.

Melissa Cardoza
Julio 2014

viernes, 4 de abril de 2014

Si a las PAE. Mi cuerpo es mío y yo decido

Por el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y sus sexualidades, reproducimos la entrevista de Upload realizada a la compañera Haydeé López:

Pastillas Anti-Conceptivas de Emergencia: Entrevista con Haydée López
BY EDITOR • APRIL 2, 2014

En momentos en que las autoridades en el Congreso Nacional se han reunido para, según dicen, ‘socializar’ la ley que aprobará la venta de las pastillas anticonceptivas de emergencia, o PAE, la reconocida defensora de derechos de la mujer, Haydée López, accedió a ilustrar a Upload sobre la presente controversia.

He aquí la forma en que Haydée nos ilustra:

¿Haydee, que organización representas? ¿Qué función tiene dicha organización y cuántos años tiene en servicio a nuestro país?

Haydeé López: Formo parte de Feministas Universitarias dentro de la UNAH-VS, que a su vez somos parte parte de la Red de Mujeres Jóvenes de Cortes y del Foro de Mujeres por la Vida, plataformas sociales que aglutinan más organizaciones de mujeres y feministas, eso con la intencionalidad de unificar esfuerzos y acciones en este camino de lucha, que es de todas. He formado parte de procesos políticos y en defensa de derechos humanos desde el 2009, luego del golpe de estado.

¿Qué es una PAE?

HL: La Pildora Anticonceptiva de Emergencia, como lo dice su nombre, es un método anticonceptivo que previene embarazos no planeados, siendo un método que se utiliza después de una relación sexual no protegida (lo antes posible) dentro de las primeras 120 horas posteriores a la relación.

¿Por qué es necesaria para la sociedad hoy en día?

HL: Es necesaria para la sociedad pues ésta garantiza el derecho que tenemos las mujeres de prevenir un embarazo no deseado, ya sean en caso de una violación sexual o de una mala utilización o accidente en el uso de otro método anticonceptivo. Pero también es importante recalcar que en un país como el nuestro, en el que hay muy poca -o nula- educación sexual y reproductiva, ni un servicio público y gratuito a medios anticonceptivos para toda la población, muchas mujeres desconocen de las formas de protegerse sexualmente, y resulta paradójico e irresponsable que sea el Estado mismo (quien es el culpable por priorizar fundamentalismo religiosos antes que derechos humanos) quien nos castigue, obligándonos a parir sin tener condiciones dignas para cuidar de un bebé.

¿Porque la PAE es ilegal en estos momentos en Honduras?

HL: Porque quienes ostentan el poder político en nuestro país han basado sus decisiones legislativas en fundamentalismos religiosos y han olvidado que vivimos en un Estado laico, lo cual violenta la Constitución de la República. Esto también con el objetivo de responder y ratificar sus alianzas con las cúpulas de la iglesia evangélica y católica. En pocas palabras, las PAE son ilegalmente ilegales simplemente debido a posturas cavernarias, retrógradas y pusilánimes de quienes nos gobiernan.

¿Estás diciendo que la Iglesias Católica y Evangélica tienen poder de incidencia política en las decisiones legales del Estado de Honduras?

HL: Claro que sí. Ha quedado evidenciado que no tienen argumentos científicos de ninguna índole, ya que tanto la Organización Mundial de la Salud, Organización Panamericana de la Salud, el Consorcio Internacional sobre Anticoncepción de Emergencia, la Federación Internacional sobre Ginecología, Obstetricia y la Federación Latinoamericana de Obstetricia y Ginecología, así como la Sociedad de ésta misma índole de nuestro país ha comunicado públicamente que las PAE no tienen efectos abortivos. Y a su vez explica los medios de acción de la PAE y la necesidad de su venta pública y gratuita para todas las mujeres.

Entonces, ¿cuáles son los fundamentos objetivos y científicos de quienes han promovido la prohibición de ellas si los más grandes y reconocidos organismos internacionales dedicados al estudio de la salud y en específico a la anticoncepción de emergencia han emitido informes y pronunciamientos refutando sus vagas afirmaciones?

No los tienen. Lo que evidencia que la decisión de prohibir la venta de las PAE obedece a criterios de conveniencia política, lo cual está expresamente prohibido en la Constitución, que manda que el estado sea laico en todas sus decisiones y espectro administrativo. No sólo es un comportamiento que violenta el marco legal, sino también una actitud cavernaria y retrógrada basada en telarañas mentales que dan terror.

¿Cómo afecta a la población hondureña la ilegalidad de las PAE?

HL: El hecho de que somos el segundo país con mayores tasas de embarazo en adolescentes en Latinoamérica no es un hecho aislado, ni producto de la casualidad. Ese es el resultado de un país en el cual no existe ningún plan de educación sexual y reproductiva, ni acceso igualitario a anticonceptivos para todas las mujeres en todas las regiones del país. Es la consecuencia de las acciones ilegales e ilegítimas de un gobierno en el cual prevalecen las visiones fundamentalistas anti-derechos respecto a la sexualidad de las mujeres, en franca oposición al método científico, es decir, talibanes disfrazados de falsa modernidad, producto de una patología mental violenta y represiva.

4613606-3x2-940x627Además, el año pasado la misión de la prestigiosa ONG ‘Médicos sin Fronteras’ acá en Honduras sostuvo que el 26% de los casos de violencia sexual atendidos dieron positivo en pruebas de gravidez, por lo que podemos observar que un contexto de alta violencia hacia la mujer –en muchos ámbitos-, el acceso a anticoncepción de emergencia puede salvar la vida de muchas.

Y me refiero a que es contra nuestra vida que se atenta cuando se nos arrebata el derecho que tenemos todas a decidir cuándo queremos ser madres, y que no sea la sociedad que desde el inicio nos negó el acceso a protegernos sexualmente de otra forma la que nos obligue a parir el producto de una violación, por ejemplo.

¿Cuál es la lucha de la Red de Mujeres Jóvenes de Cortes y del Foro de Mujeres por la Vida en esta situación?

HL: Desde que se emitió la prohibición durante el retroceso social y político a partir de Junio del 2009 hemos formado parte de procesos de concientización respecto al retroceso que eso significaba y significa para nuestro país. En las calles, a lo interno de nuestras organizaciones, en conjunto con otras del país y también le hemos echado bastantes ganas a la tarea de denuncia internacional. Desde el Foro siempre le hemos apostado a la transmisión de mensajes desde formas más creativas y lúdicas, hemos organizado obras de teatro, debates, conciertos, plantones de protestas, movilizaciones y recientemente la última acción política de desnudo, en el marco del 8 de Marzo, día internacional de la Mujer, que fue muy hermoso. Las compañeras que lo realizaron lo hicieron asumiendo su cuerpo desnudo como territorio de lucha y esperanza, para transmitir el mensaje que sobre nuestros cuerpos decidimos nosotras.

¿Cómo debería establecerse una campaña de concientización en caso que las PAE se legalizaran, como respuesta a los comentarios de quienes aseguran que ‘las mujeres abusan de la pastilla’?

imageHL: Pues primero creo que sería importante cuestionarnos de dónde proviene esa posición de que ‘las mujeres abusan de la pastilla’. Habría que preguntarnos si realmente se tiene la certeza de eso basado en procedimientos científicos de recolección de información, o son simplemente los torpes eructos chauvinistas de machistas ignorantes que corrompen las posiciones de autoridad, quienes frecuentemente son afectos a abrir la boca sin haber realizado la más mínima investigación de rigor académico.

¡Si en nuestro país no se investigan ni los hechos criminales! ¿Cómo pueden pronunciarse categóricamente al respecto de las áreas referentes a las problemáticas sociales de las mujeres cuando no hay fondos del gobierno orientados a la investigación de las mismas? Entonces, ¿es ese un comentario con fundamento científico, producto del rigor académico… o también es producto del venenoso estigma que debemos soportar las mujeres al confrontar los prejuicios cavernícolas que siguen vivos luego de más de ocho siglos de inquisición contra nosotras?

A las autoridades hay que hacerles entender que este tema debe ser abordado como lo que es: un asunto de salud pública. Las mujeres somos más de la mitad de la población y la anticoncepción es parte del cuidado que nos merecemos en nuestra vida sexual. También es un tema de dignidad y autonomía de las mujeres.

logoEl Estado tiene la obligación de garantizar las condiciones para que nosotras decidamos sobre nuestra sexualidad y nuestro cuerpo pero jamás debe de decidir por nosotras, porque así es como el estado comete un crimen de lesa humanidad al forzarnos a vivir en un plano de incapaces que atenta contra nuestra vida y dignidad.

Nosotras tenemos el derecho a tener una alternativa en caso de emergencias, ya sea por violación sexual, por fallas en el preservativo o porque por una u otra razón no lo usamos. Como seres humanos tenemos derecho a tener una alternativa, tanto como la tiene un enfermo al ingerir su medicina o un hambriento al ingerir su comida. Tener el poder de decidir sobre un aspecto fundamental de nuestras vidas es un derecho humano inalienable.

Y no olvidar siempre remitirnos a las bases científicas, al rigor académico, a la investigación, para que la ciencia sea nuestra respuesta. Es que ya suficiente han escrito diferentes organismos internacionales y espacios de estudio sistemático sobre el tema que desmontan esas posiciones tan sesgadas y conservadoras, tan cavernarias y retrógradas que parece que viviéramos en Afghanistán. ¡No podemos seguir en la época de las cavernas! ¡No es a golpes ni a gritos que van a decirnos como vivir!

¿Piensan ustedes que el gobierno actual tomará una decisión positiva?

HL: Eso es algo que aún no sabemos… Hay muchos factores en nuestra contra, pues este es un gobierno especialmente represivo, excesivamente autoritario y ultraconservador, liderado por mentalidades retrógradas que no pertenecen al presente sino que a la edad de piedra, cuando todo se resolvía con garrotes. Pero sí creo que en la medida en que como sociedad estemos pendientes, cuestionemos, presionemos y alcemos la voz desde nuestros diferentes espacios a favor de las PAE, entonces se logrará evidenciar que sus posturas siempre son reaccionarias, torpes, crueles y alejadas de las demandas de la población.

Apreciada Haydée, ¡muchas gracias!

HL: ¡Gracias a Upload!





lunes, 27 de enero de 2014

Las brujas ante el Congreso


Hijas de brujas burlan dispositivo de seguridad



Tegucigalpa, Honduras
Nadie sabe cómo lo hicieron, pero las feministas que se autodenominan “Las hijas de las brujas que no se dejaron quemar”, lograron burlar el férreo dispositivo de seguridad impuesto ayer en el centro de la capital y se ubicaron en los bajos del Congreso Nacional, como si nada.

Ataviadas como aquellas hechiceras de la Edad Media, con trajes oscuros, multicolores sombreros puntiagudos y largos collares morados y negros, unas diez mujeres aparecieron como por arte de magia a los pies de la estatua de Lempira ante el asombro de policías y militares.

Y es que el pequeño grupo de pintorescas damas, aglutinado en el “Movimiento Feminista” no quería perderse nada de la ceremonia en el hemiciclo donde se instaló la primera legislatura del período 2014-2018.

Mientras tanto, todo el centro de la capital, varias cuadras a la redonda del Congreso, fue militarizado para evitar posibles disturbios como los de la semana anterior, pero no fue necesario, pues el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) no se asomó por esos lugares.

Ni vehículos ni personas podían pasar, solo “las brujas” lo hicieron. “Pero no vamos a decir como entramos”, advirtió una misteriosa protestante que vomitaba insultos.

“Nuestro cuerpo no es un cuerpo de batalla” y “guerra a los femicidios”, gritaban las mujeres. Al final, tal como llegaron desaparecieron. En toda la jornada no se suscitaron incidentes.

Un poco más allá, las integrantes del Movimiento de Mujeres Visitación Padilla, mejor conocidas como “las chonas”, no tuvieron igual suerte, pues no pasaron de la plaza Morazán. Desde ahí gritaron hasta cansarse. Pero quizás como era el Día de la Mujer Hondureña, ningún policía se atrevió a gasearlas.

http://www.tiempo.hn/portada/noticias/“hijas-de-brujas”-burlan-dispositivo-de-seguridad

jueves, 9 de enero de 2014

Vergüenza

Dicen que se ven obligados al “paquetazo” debido a la mala administración del Gobierno de Manuel Zelaya, como si no hubieran trascendido las exorbitantes sumas que gastó el gobierno nacionalista en campañas que incluyeron regalos de pan, tortillas, entrega de bonos y mejoramiento de casas en sectores marginales de nuestras ciudades. Esto sin contar el descuento “voluntario” que solicitaba Juan Orlando Hernández a los empleados públicos que a veces llegaba al 10%.

Que las medidas son necesarias para poder financiar los programas sociales de Juan Orlando Hernández o sea que en otras palabras, el pueblo además de explotado y vilipendiado, estaría financiando pagando sus propios programas.

Dan ganas de esconder la cabeza, como el avestruz ante las posiciones de los diputados donde se decide si la panela, el mondongo o las vísceras de pollo deben ser gravadas con el nuevo impuesto sobre la renta. Dicen que este impuesto es necesario y justo, mientras nos lo imponían subrepticiamente, aprovechando el período navideño, como si fuéramos niños y niñas a quienes se les castiga in absentia, bajo el mismo concepto adultista que pregona nuestro bienestar ¿dónde está el respeto a nuestra ciudadanía entonces, esa que tanto se ufanan de proclamar?

Más vergüenza da la complicidad de la Iglesia Católica y del otrora defensor de los pobres, Cardenal Andrés Rodríguez y sus secuaces, quienes se dedican desde su púlpito no solo a defender el nuevo paquetazo, si no a exhortar a este pueblo cansado a seguir aguantando y colaborar de manera paciente, con los golpes que la clase dominante nos propina.

No menos bochorno nos dan las personas que creyeron y siguen creyendo el cuento ese de que toda esta situación fue provocada de forma exclusiva por el Gobierno a quien dieron el Golpe de Estado en 2009 y que había que acudir a las urnas a votar por Juan Orlando Hernández ignorando que él se encuentra dentro de los personajes siniestros que no solo han provocado, si no que de forma concienzuda se han dedicado a vender y endeudar a nuestro país (léase el Decreto de Ciudades Modelo, entre otros).

Por si fuera poco, el flamante Ministro de Seguridad, se niega a seguir colaborando con el Observatorio de la Violencia en la entrega de datos para la validación de los mismos y el subsecuente análisis que daría los datos reales sobre los índices de violencia en Honduras. Los niegan y expresan que luego crearán una página web donde cualquier persona pueda acceder a ellos, mientras eso pasa, la Secretaría de Seguridad alardea de haber logrado reducir los índices de violencia a nivel nacional, cuando la realidad cotidiana nos muestra todo lo contrario.

La ampliación de los poderes de la Policía Militar es una amenaza que se cierne sobre la ciudadanía. Amplios poderes, ningún derecho a reclamo. Al más puro estado de sitio.

En resumen, la aceptación y la resignación como parte de un bien futuro son los mensajes que estamos conminados a escuchar. No hay lugar para el reclamo, la protesta o la propuesta en estos tiempos, estamos, en el mejor de los casos en una situación medieval con tintes de modernismo, lo cuál es peor, porque este viene disfrazado de democracia.

Nuestra esperanza, que debe ser desde ahora inquilina permanente en nuestras vidas, radica en que algún día, las cosas cambiarán y habrán tribunales alternos, tribunales del pueblo que juzguen a los responsables de esta época terrible. Que así pueda ser.


9 de enero de 2014