miércoles, 2 de diciembre de 2009

La resistencia nunca morirá, se siembra…

Por: Diana Espinal Meza.

Ayer, 29 de noviembre se sumo un día más de luto nacional. A 155 días de lucha constante y sonante todavía no hemos vuelto al orden constitucional en Honduras. Todavía la herida sangra, y el sonido de las metrallas y pistolas aún estremecen en el subconsciente.



Ayer, se dijo que los hondureños y las hondureñas viviríamos un día de fiesta, sin embargo la fiesta organizada fue, de frente a la sepultura o en los adentros de un panteón. El silencio fue tan mordaz, que bien parecía un viernes santo: calles desoladas, sol color naranja, viento tenue pero empujador de árboles, y votador de hojas en el suelo. En este día, no se observó la tradicional algarabiílla de carros en caravanas bajando de los cerros, de las aldeas, los caseríos, o en la ciudad. No se vistieron de banderas las manos portando íconos del partido x, y, z.



El desencanto reinó, como reina una abeja en el panal. Todos y todas estamos vestidos de desilusión, todos y todas hemos sido testigos oculares de la traición hacia un presidente legalmente constituido.

Sin embargo, nunca me había sentido tan orgullosa de la RESISTENCIA, todos y todas atendimos el toque de queda popular y defendimos desde nuestras trincheras la vida y las causas justas. La defendimos, como dijo una vez Mario Benedetti “del escándalo y la rutina de la miseria y los miserables, de las ausencias transitorias y las definitivas… la defendimos del pasmo y las pesadillas, de los neutrales y de los neutrones.” Una vez más en resistencia dimos evidencia de que no estamos muertos, al contrario, hemos sembrado y renacido como el ave fénix.



En esta fiesta de duelo nacional, el gran vencedor fue el abstencionismo, el pueblo que reclama el retorno al orden constitucional. Escuchar infamias como “las filas eran interminables… o se acabó la tinta” simplemente fue la proyección de lo que deseaban “haber concretado” dentro de sus canalladas. Hoy tenemos tres presidentes: uno constitucionalmente electo (que debe entregar el poder en enero), uno de facto (que asumió el poder a la fuerza y que sobra), y uno (recién nacido…hijo del golpe). El paso de las elecciones se dio, pero seguimos divididos, seguimos en crisis, seguimos siendo víctimas de atropellos a los derechos humanos, en plenas elecciones fueron reprimidos ciudadanos y ciudadanas de San pedro Sula, El progreso, en rebelión al gobierno usurpador.



Hoy seguimos defendiendo el retorno al orden constitucional, la defendemos del oxido y de la carroña, de “los proxenetas de la risa” apelamos por tiempos mejores, de reconciliación, de unidad nacional y de una asamblea nacional constituyente. Apelamos por que vuelva Lázaro a su tumba y por que nunca se vuelva a imponer la fuerza de la bota ante los ciudadanos y las ciudadanas.



ROSAS ROJAS Y PUÑO EN ALTO.

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